La mentira es el arte. El arte está hecho con bellas mentiras. La verdad es sólo la materia prima con la que se hace una mentira. La verdad es escueta, solemne, cuadrada. La verdad no tiene gracia. En todo caso, para que la tenga, es indispensable que la adorne una mentira. La verdad goza de un prestigio que no se merece. La mentira en cambio, es bella y si no lo es siempre puede inventar que es la belleza. Existen personajes solemnes, que se dicen amantes de la verdad. Eso es mentira. La verdad no puede tener amantes. Es demasiado cruel para tenerlos. La mentira es el sueño, la poesía, el arte, la pintura, el dibujo, la música, la escultura. La verdad es vegetar, la mentira es crear.

El hombre tiene cinco sentidos para conocer la verdad: la vista, el olfato, el tacto, el gusto y el oído. Esos cinco sentidos los tienen también todos los animales de la creación y no por eso han dejado de ser animales, pero el hombre tiene, además, la imaginación, maravilloso centro generador de mentiras. Gracias a eso, se rodea de las cosas más bellas que logra imaginar: todas las artes, toda la literatura, todo el amor. El hombre se alimenta espiritualmente de esto y de la más grata de todas sus mentiras: el creer que es superior al resto de los animales.

 

Relatos de Tierra Perdida.

Arnoldo de la Rocha y Navarrete.