Por las vivencias hasta hoy, lo inconcluso de todo lo mencionado en el título de ésta nota, está siendo un proceso menos doloroso y más rápido.

No por ello menos intenso.

Cómo es costumbre:

¿Qué me faltó aprender?

¿Qué hicé o dejé de hacer?

¿Qué aprendí?

¿Qué dí y qué recibí?

¿Cuáles fueron los aciertos y los errores?

¿Qué parte no he entendido?

¿Qué hacer?

¿Qué pensar?

¿Qué sentir?

¿Qué tanto de mi ego está implicito en la obsesión y en el pensamiento y el sentimiento de frustración que me hace trizas y me impide aceptar y conocer y crecer?

¿En qué he sido y soy incongruente?

¿Por qué no pude aplicar mis conocimientos y vivencias para lograr la conclusión?

¿Qué permití a los demás para que mi proyecto... fuera afectado y estar en está inconclusión?

Lo que es una realidad es que hoy hay inconcluso un proyecto....

Bien. A lo que sigue, a la brevedad, con optimismo, con valor, con amor.

A tí: ¿Obtuviste/conseguiste/aprendiste/recibiste/diste?

Con certeza habrá otra oportunidad para procesar y aprender.

Hoy es tiempo de reflexión y análisis. De perdón.

Una amiga me enseñó indirectamente que las elecciones y decisiones que tomamos y la consecuencia nos es cobrada por los pensamientos, sentimientos, emociones, percepciones subsecuentes. Todo deja huella. Todo es para procesar. A toda acción una reacción.

Mi Ser saluda, venera y reverencia al tuyo, con respeto, con amor.